Sevilla, España,
20 de febrero de 2007
Charla con L. Burkart y J. Phelan
Esta charla tuvo lugar hace algunos años, cuando Jim y Lillian me invitaron a ir al taller de Burkart-Phelan Inc. en Boston para un curso de reparación. Conocí a Lillian Burkart hace muchos años en un congreso de la N.F.A. A Jim Phelan, en cambio, recién tuve mi primer contacto personal años después cuando él visito Sevilla (España).
Por Jim Lyman - Artista Burkart, Sevilla, EspañaCompartamos pues esa charla, en donde se mezclan de forma amena sus historias personales y el desarrollo de los instrumentos Burkart.
Lillian y Jim, ambos han trabajado numerosos años en la fabricación de flautas. ¿Cuáles han sido los motivos por los que se han dedicado a esto?
- Jim Phelan: Empecé a trabajar en el verano de 1976 en la fábrica de Powell Flutes in Arlington Mass. enzapatillando y reparando flautas. Nunca hubiese podido desear un aprendizaje mejor. Tuve que ser rápido y aprender a trabajar al nivel más alto del mundo. Esta época fue una de las "épocas de oro" en la historia de la fabricación de flautas y tuve el privilegio de trabajar con unos grandes artesanos. Tras la jubilación de los predecesores de Verne Q. Powell asumí el cargo de "general manager" y eventualmente fui copropietario de la Compañía. Trabajé en la empresa de Powell durante unos 14 años.
Al final, vendí mis intereses en la Compañía y trabajé fuera de la industria durante algunos años como ingeniero mecánico en semi-conductores e instrumental quirúrgico. Gracias a todo este recorrido he vuelto a fabricar una nueva flauta con una experiencia mucho más completa.
- Lillian Burkart: Después de los estudios en el Philadelphia College of Performing Arts, trabajé unos años como flautista "freelance" y profesora. Durante toda mi educación estudiaba música y las artes plásticas; metales y escultura, pues siempre tuve el deseo de utilizar las manos en algo creativo. Obtuve en 1976 un puesto de aprendiz en la fábrica de Powell Flutes con esperanzas de aprender algo de reparación y regresar pronto a Philadelphia. Rápidamente la fábrica de flautas se hizo mi pasión, lo mismo pasó con mi marido Jim Phelan, quien fue uno de mis profesores-mentores....Un duende me impulsó a aprender todas las facetas en la fabricación de flautas. Además, siendo flautista subí rápidamente, por promociones al puesto de control de calidad y "tester". En aquellos días fui una de quizás tres mujeres en el campo de la fabricación. Pienso que he sido muy afortunada de encontrar una carrera que utiliza ambas habilidades: la mùsica y la artesanía.
Lillian, tú has sido muy conocida por tus piccolos, primero en Powell, y ahora desde hace ya años por tu propio Burkart Piccolo. ¿Por qué tanto interés en el "pequeño diablo"?
- Lillian: Una vez en el departamento de zapatillas empecé a trabajar también con los antiguos piccolos de Powell. Parece ser que fui la ùnica con paciencia suficiente para abordar el "pequeño diablo". En aquella época Powell no fabricaba piccolos. Sólo reparábamos los antiguos. En seguida me di cuenta de la irregular calidad de los piccolos. Empecé investigaciones sobre la escala, tamaños de taladro, cabezas y los agujeros de sonido. Todo eso con el fin de determinar que cualidades poseían los buenos. Buscando un poco de independencia, me instalé en mi propio taller, fabricando un nuevo piccolo para Powell. Durante 10 años fabriqué el piccolo que se vendía bajo el nombre de Powell. Después quise continuar las mejoras hechas en el piccolo y empecé a construir el Burkart Piccolo. Durante todos esos años trabajando en los piccolos, lo he visto subir mucho en importancia como instrumento solista, gracias en parte a las mejorías que he conseguido con la escala y el diseño de las cabezas, a nuestro apoyo y patrocinio de nuevas obras, y a una mejoría también en su enseñanza.
Jim, si me acuerdo bien, trabajaste no sólo como reparador, empresario, ingeniero, etc. sino también como cornista profesional. ¿Cómo empezaste a trabajar en la artesanía de flautas?
- Jim: Mi padre fue profesor de música en la escuela pública, por lo que he vivido con músicos y la música desde mi infancia. Empecé a tocar el piano desde que era niño, pero lo cambié por la trompa a los nueve años. Al final de mi último año en la educación secundaria, fui aprendiz con Bill Tuttle, un famoso luthier en Boston. Mientras que estuve estudiando en el New England Conservatory, me gané la vida reparando, sob re t odo instrumentos de metal en la tienda de Carl Fischer en Boston. Allí también trabajé reparando flautas. Después de graduarme del Conservatorio trabajé como trompista profesional en varias orquestas aquí y en México y por supuesto como luthier. En 1976 me llamó Bic Brannen (Brannen Flutes, quien también trabajó anteriormente con Powell Flutes) para ofrecerme un puesto de trabajo con Powell. Así empecé mi relación con Powell ( ¡¡¡ y Lillian!!!)
Lillian, trabajando mucho en el mundo del piccolo, ¿has notado muchas diferencias entre los distintos estilos nacionales?
- Lillian: Recuerdo muy bien mi primera visita a Europa hace muchos años. Me sentí muy frustrada ya que casi nadie pudo tocar cómodamente los piccolos y cabezas que fabricaba. Los más disponibles eran los piccolos alemanes y algunos de Japón. Se fabrican estos instrumentos con el taladro muy estrecho cuyo resultado es una respuesta fácil con buena afinación. El problema es que sólo se puede juntar con una cabeza que tenga un bisel muy pequeño, cuyo sonido resulta igual de pequeño. Entonces los que tocan estos piccolos tienen mucha menos posibilidad de colores y variaciones de amplitud de sonido. En América se ha optado siempre por el sonido más flexible y rico y hemos tenido que corregir los fallos en la afinación con innovaciones acústicas.
Entonces, ¿cómo puedes acomodar a varias escuelas al mismo tiempo?
- Lillian: Primero, desarrollé una cabeza para el piccolo Burkart con una modificación del "wave," que parece ser que tiene mucho éxito entre los piccolistas europeos y americanos por su sonido rico en colorido y respuesta. Además, más recientemente (agosto de 1998) Jim y yo hemos fabricado un piccolo totalmente nuevo que se llama el Burkart-Phelan piccolo. Lo fabricamos con un diámetro más pequeño pero con la escala Burkart. Hemos rediseñado la acústica de la altura de los agujeros y su forma e incluimos una cabeza normal, o del tipo "wave". Lo hemos fabricado para acomodar a los europeos con su confort y facilidad de respuestas, pero con un sonido mucho más rico y cálido. Los americanos se están volviendo locos con este nuevo piccolo por la facilidad de ejecución y su escala. La mejor noticia es que su precio es menor que el piccolo Burkart Professional.
Siempre había pensado en el nombre "Burkart" como constructores de piccolos y cabezas para flautas. ¿Cuándo se interesaron en fabricar una flauta de alta clase, y por qué?
- Lillian: Originalmente me especialicé en el piccolo porque quise trabajar con un instrumento que necesitaba mucha mejoría. ¡Quise ser especialista! Pero los dos empezamos en la fabricación de flautas. El mercado para un flautín de alta calidad es muy limitado por lo que siempre seguí con la demanda para mis cabezas de flautas. Tras muchos años ajustando nuestras cabezas a muchas flautas, y estudiando casi todas las marcas, no pudimos mantenernos más al margen como observadores. Bullían demasiadas innovaciones dentro de los dos.
Con mi flauta Burkart noto unas cuantas mejorías en la escala, sonoridad y flexibilidad comparando con otras flautas. Ambos trabajaron antes con una empresa muy conocida. ¿Qué relación tiene la nueva flauta Burkart con las antiguas o es un diseño nuevo?
- Jim: Trabajar en el antiguo taller de Powell nos dio una base excelente en las técnicas tradicionales que se utillizaban en la fabricación de flautas. Respetamos esa base y seguimos utilizándola hoy en día con nuestras flautas. Sin embargo, tuve la fortuna de dejar el mundo de la flauta durante unos añ os cuando me dediqué a conseguir un Master en ingeniería mecánica y exploré el mundo de la tecnología. Allí aprendí lo peligroso que es una copia absoluta de cualquier diseño. Cuando empezamos a hablar de la nueva flauta fui inflexible, insistiendo en que to do el diseño fuese nuevo, utilizando nuestras bases de experiencia y práctica. Me alegro mucho ahora de que lo hiciésemos así porque hemos descubierto mejorías en casi todos los procesos de fabricación.
¿Hay algo nuevo en el diseño de la Flauta Burkart que nos puedan contar?
- Jim: La escala que empleamos es la nuestra, por supuesto. Nos acercamos al asunto desde varias perspectivas. Calculé el tamaño y posición de los "tone-holes" (agujeros) en relación al tubo de la cabeza. La mayoría de las fábricas ni saben que esa relación juega un papel muy importante en la afinación de la segunda octava de la flauta. Además, Lillian tiene un oído excepcional, toca muy bien, y es, quizá una de los artesanos más distinguidos en la profesión, aunque puede que como marido no sea muy objetivo. Pero ninguna flauta sale del taller sin que ella verifique personalmente su afinación. La escala de cualquier flauta es imperfecta y Lillian ayuda a que la nuestra se acerque un poco más a la perfección trabajando (limando) cada agujero individualmente. Ese proceso de "undercutting" hace que se mejore la afinación, pero con la misma importancia, también ayuda a la homogeneidad en cada octava.
- Lillian: Seguramente el proceso de "undercutting" es una de las técnicas más importantes que empleamos. Con el piccoloes absolutamente esencial, y también, con moderación, en las cabezas de ambos instrumentos. También hemos empleado un mecanismo sin agujas (pinless) en la mano izquierda para que sea más confiable. Los ejes son de una aliación nueva de acero inoxidable. Son más duros y resistentes al óxido. El diseno del interior de las llaves es perfectamente plano, lo que nos permite un ajuste de zapatillas muy firme y estable. La pericia de Jim con los metales nos ha llevado a trabajar con soldaduras nuevas de una temperatura baja, para que el metal del cuerpo y las chimeneas mantengan su dureza. Empleamos una soldadura de oro de 18 K para los agujeros y embocaduras incluso con las flautas de plata.
Las flautas y piccolos de Burkart han tenido mucho é xito en España. Son varios en la Real Orquesta de Sevilla, la Nacional, y la Sinfónica de Madrid. ¿A qué se debe esa fama tan pronto?
- Jim: Uno de los factores más importantes es que ahora, tanto en España como en el resto del mundo el sonido orquestral es más "mundial". Lo que yo he visto es que son una mezcla de nacionalidades, como hemos sido en América, que produce un estandard muy alto. Además la mentalidad española es muy abierta a la innovación. En las grandes orquestas las flautas tienen que competir en volumen de sonido con los metales y la cuerda. Hemos diseñado nuestras flautas y flautines para ese juego musical. Tienen un rango amplio de dinámicas, flexibilidad y un timbre rico en colores. Además, los que tocan nuestros piccolos se dan cuenta de que verdaderamente puede ser una extensión de la flauta.