Buenos Aires,
19 de agosto de 2008
Entrevista con Claudio Barile
Semblanza del Mtro. Domingo Rulio
A través de esta entrevista con el Mtro. Claudio Barile, sobrino y alumno del Mtro. Rulio, iremos conociendo a este gran flautista argentino. Sin duda uno de los pilares de la escuela flautística en Argentina. Fue solista de la Orquesta Filarmónica de Bs. As. por más de 30 años, profesor del Conservatorio "Manuel de Falla", tanguero y amante de la música de Brahms. Tenía debilidad por los caballos, las mujeres y fue un fiel seguidor del "buen vivir".
Por Martín Auza, Buenos AiresClaudio: entendemos que desde tu condición de alumno y sobrino del Mtro. Rulio no te será sencillo presentarlo, pero inténtalo. ¿Quien fue Domingo Rulio? , o si preferís ¿quién fue el tío Rulio?
Desde chico en mi familia se sabía o se podía "oler"...Oh!, aquí está, ha llegado de visita el tío Rulio, solista del Colón y también flautista muy reconocido en el ambiente del tango. Pero era sin duda el Teatro Colón, quien por su hegemonía y prestigio social, lo hacía ver como el artista de la Familia.
!Y es que realmente lo era! Es decir, daba gusto verlo descender orondo de su auto a la víspera de pasarla muy bien en compañía familiar, o después en la sobremesa. Lo recuerdo poniéndose a jugar - literalmente hablando y como un chico más- conmigo y mis primos en Navidades o alguna francachela de las tantas que se organizaban en mi familia. Cada reunión familiar con él era una verdadera "fiesta", los asados, las salidas de pesca, las vacaciones... Tengo un recuerdo muy tierno de esa época en relación con él. Es decir, era un tío al que uno podía llamar "piola, vivido y viajado" y a quien, a decir verdad, de pequeño yo veía muy de vez en cuando.
Era muy afecto a la buena mesa y a las grandes comidas. Le gustaba vivir cual sibarita. Era además muy generoso. Siempre afecto allegar con compras opulentas para que le cocinen... A veces no se trataba de compra alguna, sino que él mismo se había encargado antes de ir de caza o de pesca y arribaba cual cazador a su cabaña para que alguien le preparase lo que había obtenido (si es que él mismo no se ponía a cocinar). Siempre se las ingeniaba para irse al campo a pasar unos días. Tenía amistades por Olavarría o Monte hermoso que siempre lo esperaban para esos "recreos campestres". Las veces que lo acompañé cuando era niño observaba que realmente lo recibían con gran alborozo. Y siempre aprovechaba cuando iba a dar clases al Conservatorio de Olavarría, para irse de pesca o de caza tan luego la clase.
O sea, ¿tenía el don de la amistad?
Absolutamente. Desde que fui discípulo todo ese carácter, esa afirmación y ese entusiasmo que él trasmitía me sirvió para reafirmar mi carácter como músico y mi independencia luego como persona. Además de ayudarme a encontrar mi Vocación. Pero hago el distingo entre profesión y vocación pues, profesión es sencillamente lo que te sirve para ganarte la vida, vocación es lo intrínseco, lo que llevamos dentro y deseas hacer y deseas transmitir a los demás tu placer en lo que haces porque realmente lo amás más allá de las compensaciones económicas que este actuar conlleve. Es algo que, digámoslo así, te sale de las tripas. Y él me hizo encontrar eso: mi vocación como músico. En ese momento yo ignoraba todo esto, pero por lo que observo para muchas personas es un verdadero problema poder encontrar.
¿Rulio nació en Buenos Aires?
Sí, nació el 17 de febrero de 1927 en Buenos Aires y murió el 5 de julio de 1995 en esta misma ciudad.
¿Podés describirlo como flautista?
¡Rulio era un fenómeno con la flauta! "El negro" (así lo llamaban) era uno de esos "dinosaurios" en lo referente al modo sesudo de trabajar la flauta y tenía a buen resguardo el saber cómo tocar y cómo estudiar el instrumento. Yo mismo llevo a cabo cosas que él me dijo respecto a la técnica flautística hasta hoy día. Y no necesariamente lo llevo a cabo porque no haya probado diversos modos de ejecución. Ahora veo que no estaba equivocado en su manera de hacer las cosas en muchos aspectos técnicos de la flauta. Llevo en mi memoria momentos de charlas con él respecto al instrumento y estoy convencido de lo acertado que estaba en numerosos aspectos. En lo flautístico él estaba muy consustanciado con la manera de tocar del Mtro. Ianelli. Si bien había mucha rivalidad ya que solo se llevaban 8 años, y cada uno tenía su personalidad. El tío Rulio simbolizaba lo Dionisíaco, para hablar de Nietzsche, y Ianelli lo apolíneo. Yo cuando los veía juntos pensaba: "Una manera y otra manera de tocar... ¡Cuánta sabiduría junta! Habría que fusionarla, encontrar un equilibrio, eso sería excelente".
¿Era muy estudioso?
Él había desarrollado una tremenda capacidad de observación. Poseía mucha rapidez - como referí arriba- en darse cuenta de la etiología de una dificultad de cada ejecutante. Es decir, del origen del problema que lo acosaba al tocar. De saber qué es lo que tenía que hacer (léase qué estudiar y cómo) la persona para subsanar un error o superar una dificultad.
Ahora bien, lamentablemente yo lo encontré en mi vida cuando él, y debo decir que él se preocupaba en afirmarlo una y otra vez: "ya no estudiaba más". Sólo lo hacía ocasionalmente cuando debía afrontar una difícil responsabilidad al tocar. Tenía "resto" como él decía y lo hacía muy bien. En realidad me quedé con ganas de vivenciar esa capacidad que él tenía al trabajo consuetudinario, el sudar de todos los días.
Cómo instrumentista, ¿cuales fueron los cargos que ocupó?
Él tocó como segunda flauta en los comienzos de la Sinfónica Nacional, cuando el Mtro. Alfredo Ianelli era el solista. Posteriormente entró en la Filarmónica de Buenos. Aires como piccolista y al poco tiempo ya estaba ocupando el cargo de solista, en el cual permaneció más de 30 años.
En el año 1964 estuvo contratado, también como solista, en la Sinfónica de Chile y los años 1965/6 en la Orquesta Sinfónica de Perú.
En enero de 1975 fue como solista en la gira del Ensamble Musical de Bs. As. a los Estados Unidos.
¿Como se formó Rulio como músico/flautista?
En la Argentina no había como formarse. El campo estaba prácticamente "yermo", a excepción de las enseñanzas impartidas en aquel entonces por el Mtro. Alfredo Montanaro.
Domingo Rulio empezó a estudiar con un tío de él llamado: José Milano quien era flautista y clarinetista, y al que yo alcancé a conocer en una oportunidad cuando me llevó a su casa. Una vez el tío me llevó a visitarlo y él le contaba lo que tocaba en la OFBA. Yo sentía que se lo contaba como un discípulo y con mucho agradecimiento por las enseñanzas recibidas de su maestro. Con absoluto respeto y no menos cariño.
Posteriormente estudió con el Mtro. Montanaro muy seriamente y también le estaba muy agradecido. La formación que él tenía básicamente era de una "muy buena sesera"... Al decir del mismísimo Mtro. Alfredo Ianelli.
Imagino que habiendo estudiado con Alfredo Montanaro cambió de la Escuela italiana a una más relajada, respecto de la embocadura....
Absolutamente..... refería siempre el hecho de que él - Montanaro- no le había enseñado todo lo que él sabía ahora de la flauta, pero sí que sus enseñanzas fueron indelebles. Al oir de Rulio comentarios como éste me quedaba en claro el panorama: "Yo indagué y lo amplié conjuntamente con Alfredo Ianelli". Lo que aquí nadie había hecho en ese sentido hasta el momento. Sin duda alguna dieron un vuelque en el arte de tocar la flauta.
¿Qué flautistas te nombraba?
Le encantaba la manera de tocar de Julius Baker, de J. Pierre Rampal y por supuesto de James Galway. Y también respetaba mucho a Aurele Nicolet.
Recuerdo que rescataba con orgullo no sólo haber tocado con Karl Richter varias veces en los años en que éste venía a Buenos Aires sino que además, el que Richter después de haber tocado con él la Suite Nº 2 de Juan Sebastián Bach le dijera: "Ud. me hace acordar a mi amigo Nicolet". Ciertamente la pastosidad del sonido de Rulio se parece a algunas grabaciones de Aurelè Nicolet.
Como docente ¿Qué cargos ocupó?
Fue profesor del conservatorio Municipal Manuel de Falla durante muchísimos años y también dio clases en el Conservatorio de la ciudad de La Plata al final de su carrera. Incluso en Banfield y en Olavarría.
J. Pierre Rampal y Domingo Rulio en 1994, su último encuentro
En cuanto a la manera de enseñar... ¿que nos podés contar?
El tenía su modo y su síntesis por decirlo así, de la que no puedo decir nada, pues era intachable. Daba resultado e ibas sobre seguro con esa manera. Cuando yo regresé de Europa, luego de dejar de estudiar con él, y le contaba las cosas que estaba cambiando en relación al staccato, le costaba aceptarlo.
No era muy abierto a otras alternativas....
No exactamente. En otros aspectos era casi un visionario. Pero también había allí algo de "posesión" del sobrino que ya dejaba de ser un niño como en el inicio. Y él sentía que lo estaba abandonando.
El formaba a sus alumnos con métodos franceses (Taffanell, Gaubert, Moyse, etc.) pero curiosamente su formación era originalmente de la escuela italiana...
Te diré que de la escuela italiana se burlaba y la detestaba por lo dura y tensa en su posición de embocadura y digitación (hablo de otras épocas, aclaro y aspiro a creer que aquello ha cambiado y me refiero particularmente a eso de estirar los labios "tipo sonrisa" o "smiling embouchure"). En un 80% te diría que era francesa. L o que no estaba muy de acuerdo 100% con esa escuela francesa es con el sonido no muy potente- advierto que sí con el lindo timbre- más propio de los franceses de aquel entonces. El estaba muy de acuerdo -acaso enamorado - del sonido de Marcel Moyse. Mucho más potente en el registro grave.
Los métodos que él enseñaba eran justamente los de Marcel Moyse "Arte y Técnica de la Sonorité", "Estudios Diarios" , "Escalas y Arpegios", Taffannell-Gaubert., Andersen. De los métodos de Marcel Moyse hacía un culto. Lo valoraba sobremanera. No concebía el no tener un sonido desarrollado, flexible, potente, y en la parte artística no dejaba pasar cosas así por arriba, en absoluto. Era en este sentido como era el. Muy intenso. Enfatizaba mucho respecto de los colores y el culto por el acto de ejercitar escalas y arpegios. Fue un flautista muy colegiado, por decirlo así , su técnica lo dejaba bien parado, de modo extraordinariamente solvente en todo lo que se proponía hacer.
¿Cómo era Rulio como maestro o cómo lo recordás vos?
En lo referente a la formación, Rulio tenía un pensamiento muy lógico para la enseñanza, si se quiere muy Cartesiano. Entre otras reglas recordarás que Descartes -como matemático que era además de filósofo-, decía que : para ir de un punto a otro, la distancia más corta es unir ambos puntos con una línea recta. Entonces poniendo por ejemplo una caminata y un hombre que está extraviado en una selva obscura, este error representará kms. de distancia a recorrer además del mucho desgaste y energía en caso de errar el destino acordado en su mente. Dará giros malgastando su fuerza en vano...O sea puede seguir extraviado Ad-eternum.
La solución entonces sería: hacer una línea recta y así salir del atolladero o de la oscuridad. Luego desde el nuevo punto quizás no sea aún el lugar a donde deseaba llegar esa persona, pero sí te permite ese lugar tomar cálculo exacto hacia qué dirección debes o quieres tomar. Pues bien, Rulio era de esa filosofía en la manera de pensar la flauta.
Diría que con Rulio fui afortunado, pues él supo guiarme durante por más de 8 años. Cuando se comienza a trabajar en algo se debe buscar alguien referente y seguir una línea recta. No es esa la etapa para discutir el porqué de cada cosa si es que te propones seguir una línea estética. Entregar el timón al maestro confiable y que se admire en su modo de tocar en la primera etapa es muy válido. Es decir, no me estaba "proponiendo confiar". Sólo confiaba. Esa es la diferencia...
Muchas veces los alumnos "pecan" de cierto intelectualismo y empiezan a sortear maestros en una etapa de en ciernes y allí se arma el lío. Esa experiencia de cambiar es necesaria hacerla, pero luego habiendo madurado. Hay que conocer bien las reglas para cambiarlas. Me parece más afortunado por no decir Inteligente esa actitud.
Hoy siento que él y yo hicimos esa línea recta. Es decir, hay cosas que hay que bancarse. Salir del atolladero, aprenderlas.
¿Tenía mal modo Rulio en su manera de decir las cosas?
Muchas veces él decía las cosas de mal modo, pero había que captar su código pues te estaba ayudando. Y claro..., si esto ocurre en lo afectivo o en lo personal duele mucho más...
- Con Rulio vos tuviste una formación escalonada, ordenada. Vos dijiste que era un tipo muy analítico y eso le permitió guiarte para trazar esa "recta" de la que hablabas.
Por ejemplo, Daniel Baremboim cuenta que él tuvo padres inteligentes y que lo guiaron para que no anduviera vacilando entre una escuela y otra. Y eso me parece sabio. Me parece sabio también de parte de él, ya que finalmente el trabajo lo hace el propio alumno. Baremboim habla con mucho respeto de sus padres pues lo guiaron hacia un objetivo y él después lo amplió. Sabían que contaban con un prodigio como él, pero había que ayudarle a encaminarlo.
La "línea recta" no es no equivocarse en el camino pues, eso es imposible. La línea recta es, en cambio, no perder el tiempo en equivocarse de camino. En qué dirección quieres ir. La cantidad de errores es amplia en ese camino, pero estás feliz pues sólo resta andar. La contradicción aparecerá, pero contradicción no es incoherencia.
¿Crees que fue un Maestro honesto, que te enseñó todo lo que él sabía?
Absolutamente. Rulio era una personalidad desbordante y se entusiasmaba muchísimo con los alumnos que respondían bien y con entusiasmo. "Yo no quiero llevarme mis experiencias y las cosas que sé al cajón..." solía decir- "si pudiera en un solo instante transmitirlas, lo haría. Pero no puedo, debo hacerlo por etapas..." éstos eran sus comentarios espontáneos desde siempre...!
De todos modos no creo que la flauta tenga secretos. Creo que un maestro te puede decir la combinación para hacer ciertas cosas y luego el trabajo lo tiene que hacer uno. Por más que sepas todos los secretos para hacer un pasaje, después está tu ángel....
Vos me hablaste del culto por el sonido.... que si bien tenía cierta escuela francesa, has marcado como una diferencia, y que era ésta la búsqueda de mayor sonoridad.
Existía la moda de tocar rápido, veloz y con un sonido bonito y ágil, pero algo reducido en su vigor o en su proyección. El no profesaba esa manera acaso involuntariamente impuesta por Rampal y toda su influencia ecuménica en el arte de tocar la flauta, sino antes bien gustaba de los sonidos amplios y enfocados. Gustaba mucho de los sonidos centrados.
¿Rulio siempre hablaba con admiración de Alfredo Ianelli?
Absolutamente siempre hablaba maravillas como flautísta del Alfredo Ianelli, y reconocía haber aprendido muchísimo de él cuando tocaban juntos en la "Época de Oro" de la Sinfónica Nacional cuando su fundación en los '40. La época de Juan José Castro a quien él admiraba mucho. Y te diré que el tío Rulio cuando hablaba "no regalaba nota" a nadie.
Una frase típica de Rulio era: Los flautistas tocan alto! Pero exceptuaba de eso a Ianelli.
Rulio significó una "vuelta de tuerca" con respecto a Montanaro....
Todos nos vamos complementando unos con otros...El decía, una y otra vez , cuán vacío estaba el campo flautístico aquí y cómo Montanaro, Ianelli y él habían sido los pioneros de la buena técnica en la Argentina.
Mucha gente ha sido alumna de Rulio y ha tenido una experiencia no tan productiva como la tuya, ¿que podés decir?
Yo me encontrado con gente que me decía que habían sido alumnos de Rulio y no les había enseñado nada .También me he encontrado con gente que dice que leer no le gusta. Y también he encontrado gente que dice que no le gusta la música de Juan Sebastián Bach o no le gusta la música de Mozart. Se trata de la ignorancia supina del Hombre, la que lamentablemente está a la orden del día. Probablemente si la gente no tenía talento él no se enganchaba y allí empezaban los problemas y los malos entendidos. O tal vez el mal modo de Rulio los llevaba a esa opinión y no podían aprovechar su sabiduría.
Con Rulio yo empecé a escuchar el nombre del trompetista Maurice André y de Jascha Heifetz. Grandes ejemplos en mi vida.
Sé que el tango fue parte de su vida. No solo en lo que respecta a la flauta, sus grabaciones y a sus años en "Caño 14", sino que hubo mucho "tango" en su forma de vivir ¿no es cierto?
Yo no tuve la suerte de verlo en vivo tocar tango. Solo lo vi tocando en TV blanco y negro de los programas sobre tango de la época de inicio de los 70, pero todo eso fue anterior a mi relación con él como estudiante de flauta. Para ese entonces el tango era para él una etapa cerrada, una etapa más juvenil. De todos modos charlábamos mucho.
¿Y qué recordás de esas conversaciones?
Charlábamos respecto de esas grabaciones tan estupendas que hizo con Leopoldo Federico y el guitarrista De Lío y me contaba por ej. de las diferencias acústicas del bandoneón y la velocidad del empaste al momento de grabar... Es decir, la respuesta diferente más rápida en este caso- del bandoneón al momento de grabar en comparación con la flauta. Cosa que cuando tenía yo 12 años me llamaba poderosamente la atención.
Fijate que ocurre lo mismo si es que tocas en una Catedral música de Bach con un violín o un oboe. La gran polifonía y la distancia pueden jugar a favor o en contra. En otras palabras, me estaba educando para tener ese recaudo si es que necesitare en el futuro.
¿En qué años grabó Rulio los LP's de tango?
Todos los discos LP's que grabó como los del cuarteto "Pa'que bailen los muchachos" estaban grabados durante la década del '60.
¿Y qué desempeño tenía a través del tango?
Fue un flautista muy activo de "Caño 14", ese otrora famoso local de tango en el centro de Bs. As., y él era muy amigo del "rayo" Franccini (así lo llamaban por caminar tan lento según me refería).
Yo presencié charlas entre ellos años después en la Orquesta Filarmónica. Digo "años después" pues ya no tocaban juntos y sí se encontraban tocando ambos en la Orquesta Filarmónica. Sí..., eran compañeros, amigos, con esa particular manera de tratarse de la gente de tango. Gente de otra época en donde los códigos eran otros... entre ambos siempre estaban con la "risa fácil" y el guiño de la simpatía a la orden del día.
Mariano Mores grabó con él La cumparsita entre otros temas y le escribió a él un muy atractivo e impresionante solo de flauta en el inicio, ese es Domingo Rulio. También Horacio Salgán grabó con él un de estos LP. ¡Qué músicos! Fijate de quienes estoy hablando! Te estoy hablando de tangueros de fuste y un pianista excepcional como Horacio Salgán.
Con Leopoldo Federico además de ser amigos, tocar juntos y formar el cuarteto, también compuso una Milonga llamada "Al galope", la que justamente Federico tocó durante la función de Tango exhibida con la Filarmónica y el Mtro. Baremboin en plena Av. 9 de Julio el 31de diciembre de 2006. La versión que hizo fue re- orquestada pues lo grabó con el tío Rulio con el cuarteto: "Pa' que bailen los muchachos" en obviamente flauta, bandoneón y guitarra. Siempre que he tenido oportunidad de hablar con Leopoldo Federico obviamente el tema que sale es Domingo Rulio y la época en que tocaban juntos. Se respetaban mucho, se tenían por demás aprecio y eran muy amigos al igual que con Salgan y con Franccini.
Sin duda conociste historias de primera mano...
Recuerdo que allí mismo en el proscenio del Colón en un intervalo nocturno Franccinime contaba no sin dolor la última noche en que lo vio a Julio Sosa antes de su fatal accidente y que le llegó a decir: "no te vayas..., no salgas en auto de esa forma, Uruguayo". Y le había suplicado que no se fuera en ese estado (estaba un tanto tomado). Pero Sosa era muy temperamental. Estaba no sé si algo enfadado esa noche, al decir de Franccini.
Y te diré, lo del "Varón del Tango" no es un mote que le pusieron por su voz solamente o traído de la nada... Al parecer Julio Sosa se agarraba "a las trompadas" muy seguido con la gente que, por ejemplo, le miraba por demás a su mujer.
Me impresionaba escuchar esas historias, ya que siendo yo niño a Julio Sosa lo escuchaba con suma atención y deleite. Mi padre es muy tanguero y esos discos andaban por casa antes de yo tocar flauta.
Vos como sobrino tuviste una particular ventaja al estar al lado del tío Rulio...
Sin duda, además de la ayuda genética que cada uno puede tener, toda la ayuda familiar viene muy bien. Es decir en una familia de músicos/flautistas en este caso, las sobremesas donde uno se quedaba charlando sin duda ayudaban mucho. Uno tiene algo servido, que si no lo aprovecha es maravilloso. Eso ocurría con el Tío Rulio. De la misma forma que las tradiciones familiares de las fabricas de chocolate, etc. Digamos que a través de las charlas que se podían dar entre nosotros, de sobremesa... yo estaba siempre estudiando.
A mí me sirvió de mucho esa relación "abunculada" que se daba en mi familia respecto del tío Rulio. La palabra abunculado, la rescato de la antropología, tiene que ver con la manera que se desarrollaban las tribus, la familia y la relación existente entre el hermano mayor y los padres. El hermano mayor era más hegemónico que el mismo padre en una familia. La esposa del matrimonio iba a darle más hegemonía a la opinión de su hermano mayor que al propio marido. Y el padre, acatada esa decisión.
De modo que mi madre recurría al tío Rulio y mi padre dejaba hacer. Cada vez que tenían que recomendar algo respecto de mis estudios siempre decían: pregúntenle al tío (por antonomasia, el tío Rulio, El tío Nené. Aunque a él no le gustaba que lo llamen así fuera de la familia, le daba un poco de pudor).
¿Qué otras cosas le gustaban a Rulio además de la música?
Él amaba los caballos, también -como referí- amaba ir a cazar e ir a pescar. Cerca de donde yo vivía estaba la casa de un baqueano cuidador de caballos. Allí él tenía el suyo propio donde iba prácticamente a diario a verlo y montarlo. Lo exponía en la Rural y todo. Tenía unas excelentes monturas de plata en la propia casa esperando el momento para vestir a su caballo.
¿Podés contar algunas anécdotas de tío Rulio?
Aún yo no tocaba flauta, pero sí sé que él mencionaba reiteradas veces que en un día (una sola jornada) tuvo que preparar para tocar por la noche el concierto de Haydn, pues había fallado no sé qué solista en esa fecha en el Teatro Colón. Y allí estaba... y allí había salido fantástico su concierto de Haydn.
Claro que sin una técnica capacitada no podría desarrollarse ningún concierto en esas condiciones...
La flauta que se escucha en las grabaciones con Julio Sosa, es él. La flauta que se escucha con Alfredo Zitarroza, también es él. Todas las que ves aquí las siguen transmitiendo por radio, como las del cuarteto "Pa' que bailen los muchachos".
Fue muy amigo de Rampal ¿cierto?
Efectivamente. De él siempre rescataba su manera artística de tocar, su vuelo, su no estructurada forma de frasear. Rampal era mucho más: "Joir de vivre" y Rulio sin duda se identificaba sin duda con ese estilo de tocar y de vivir más allá de la flauta.
Rampal disfrutaba mucho de la buena mesa y de las mujeres. Estuvo en el año 1967 un período prolongado aquí en la Argentina y siempre contaba Rulio, una y otra vez, que lo pasaron de lo lindo. O sea que para estos "modos de vida" los dos "se daban la mano" por decirlo así.
Vos tuviste oportunidad de tocar en la OFBA con Rulio como primera flauta y vos a su lado. ¿Cómo era la relación con sus colegas?
En la Filarmónica eran otras épocas, donde la gente se saludaba con un abrazo y se contaban sus cuitas sentimentales. Rulio se saludaba con mucho cariño con sus colegas y era un solista muy respetado. Se abocaba mucho a la tarea de estar atento al tema de la afinación, de tocar juntos.
Su relación con los colegas era sin embargo medio de "Cacique". El era un poco envidiado, porque no iba tan seguido y cuando aparecía imponía su personalidad. Era, si era necesario, de agarrarse a trompadas, recordemos que el frecuentaba un ambiente tanguero. Con Monticello (piccolo de la orq.) se había agarrado a las trompadas y con Mazzitelli (trompetista), también. El problema con Rulio era no estar de acuerdo con él.
Grupo de músicos de la Orquesta Filarmónica, Casino de Mar del Plata
(1947, foto gentileza de Iris Camps).
Arriba de izquierda a derecha: José Schiaritti (percusión),German Ehrenhaus(oboe), Ferrucio Malorgio (trompeta), Pedro Chiambaretta (fagot), JoséLo Giudice (fagot), Domingo Rulio (flauta),Alfredo Perona (oboe) y Gerardo Levy (flauta). Abajo: Osvaldo Furgiuele(trompeta), Guido Paciotti (oboe), María del Carmen Colom (accesorios)y José Flechter (trombón).
Esa era una característica propia de una época también. Hoy sería un inadaptado, tal vez en esa época seguramente no era el único.
Hoy quedaría ridículo, como King Kong.
Incluso hasta en un Director de orq. quedaría ridículo...
Seguramente, hoy hay más armas psicológicas para entender ese móvil: su inseguridad. De modo que una persona tiene que tener la capacidad de darse cuenta donde está parado. Pero es difícil, la gente no se detiene a reflexionar.
¿Qué autores le gustaban a Rulio?
Amaba la música de Brahms... Las sinfonías de Brahms, para ser preciso. También amaba las sonatas de J. S. Bach, los conciertos y cuartetos de Mozart. Habría querido escuchar la música de Brahms hasta en su tumba. Es curioso, se lo asocia mucho a la música de tango pero amaba más aún la música de Brahms.
¿Él tenía alguna actividad de música de cámara?
Tenía un trío con Perona (Ob), y Arnolda Hirsh (clave), A ellos los escuché en varias oportunidades en la década del '70. También pude escucharlo tocar un concierto de Bocherini con la Filarmónica como solista. Habrá sido en marzo de 1974.
La verdad es que para la época tiene una importante discografía. Imagino que era osado, algo guapo. Se "mandaba" y lo hacía.
Él grabó el concierto de Haydn, el concierto de Mozart en el año 1977/78, y también tiene grabadas las "Impresiones de la Puna", de Ginastera con la orquesta de Alberto Epelbaum.
Es cierto. Rulio era guapo, te enseñaba sobre la competitividad. "A sobrevivir en la jungla". Se agigantaba bajo el filo de las hachas, por decirlo así. Te enseñaba una actitud de coraje ante la vida.
Hay muchas cosas que como instrumentista de orquesta hay que conocerlas. En la orquesta no se puede estar de un modo llano y transparente, pues "te come el león". Si practicas en el descanso el pasaje que no te sale, se dan cuenta todos. Los músicos somos muy bravos. Luego el Director va a querer escuchar el pasaje y bien. "Tocá todo, pero Guay de tocar los conciertos en los pasillos durante los intervalos", me decía!
Personalmente tengo recuerdos muy agradables de él. Socialmente era muy ameno, divertido...
Si era un tipo muy divertido. Diana Sneider (pianista argentina) una vez me contó que esa era su impresión. Algo dionisíaco, comidas, bebidas, etc. Se ufanaba que no dormía por divertirse, se hacía "la rata" de la orquesta. Le gustaban mucho las mujeres y sus amantes le duraban varios años. El contaba que tenía colesterol alto y comía siempre como si fuera la última vez. Fumaba muchísimo en una época. Luego lo había podido controlar. Tenía siempre muy buenos automóviles y decía mientras me llevaba en uno de sus Fords: "cuando sea viejito voy a estar en mi casa, ahora no..." U otras frases del orden de: "Quién me quita lo bailado", cuando hacía alusión a sus dos infartos.
Ese "Joir de Vivre" era también una forma de vivir la música. Era inseparable. Un concierto no terminaba si no era con una buena cena. Era parte de él y muy propio de una época, si bien no todos funcionaban de la misma forma...
Si estuviera Domingo Rulio aquí te estaría diciendo: "efectivamente", aprobando esto que decís....
¿Tenés otras anécdotas de Rulio que quieras contar?
Con Rampal tocó aquí en 1967 en el Teatro Colón de Buenos Aires la Pasión según San Mateo con Karl Richter dirigiéndolo. Y la anécdota que él mismo se encargaba de repasar muchas veces es que en cierto momento se empezaron a reír. Se tentaron y no pudieron tocar. Se reían de la cara de Richter...quien parecía que estaba "Smelling Shit". Amén de que era un genio y que así lo consideraban ellos, eso les causó una tentación de risa muy grande por lo que no podían tocar.
Luego se iban juntos de juerga con algunas mujeres, o lo acompañaba Rampal a "Caño 14", donde Rulio debía actuar alguna noche en los conciertos de Tango que allí se brindaban. Según contaba sorprendido Rulio, Rampal dejaba su flauta de oro en el Guardarropas del local y él, aterrado le sugería que tuviera cuidado de que no se la robaran... a lo que Rampal le respondía: "pero Domingo: ¿Quien se va a llevar lo que no es suyo?". El marsellés era por demás simpático, extrovertido y desapegado. Desde Francia, Rampal le enviaba música de regalo y mantenían correspondencia. El tío conservó esa música con mucho afecto. Se encontraron por última vez cuando Rampal estuvo en Bs. As. en septiembre de 1994.
¿El te contaba de algún referente musical importante que haya tenido?
Si, Marcel Moyse. Siempre hablaba maravilla de sus discos y de lo que había aprendido de ellos.
Cerrá la entrevista...
Siento mucha gratitud por "el tío" y sus enseñanzas. Por la dicha de haberlo encontrado y haber elegido bien en seguir mi camino con él en un segmento importante de mi vida. Mi vida no fue la misma pues cambió después de conocerlo a él.
Y de ello y por ello es que le estoy por demás agradecido. Mi modo de gratitud para con él será del mismo modo que como a él le gustaba recibirlo en vida: a través de la música que escuchaba y disfrutaba. Simplemente de esa manera.
¡Gracias Claudio!
* Esta entrevista al Mtro. Claudio Barile fue realizada el 15 de febrero de 2008 con el solo objetivo de acercar a los lectores una semblanza sobre este gran flautista argentino que fue Domingo Rulio.
21/02/2010
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