Una oportunidad de crecimiento musical

Escena de la ópera "MONDAY from LIGHT". Kathinga Pasveer, flauta en sol.

29 de marzo de 2006

Karlhein Stockhausen

Una oportunidad de crecimiento musical

En el año 1998 se realizaron por primera vez los cursos de composición e interpretación sobre la música de Karlheinz Stockhausen denominados "Stockhausen-Kurse-Kurten" Consciente de mi necesidad, como instrumentista, de vivir plenamente la creación musical actual, proceso en el que la comprensión íntegra de cada obra que abordo constituye un paso escencial, estos cursos se me presentaron como una oportunidad única, ya que en ese momento estaba dedicado al estudio de la obra "In freundschaft".

Por Marcelo Daniel Gonzalez

Desde ese momento continué mi trabajo asistiendo, como único intérprete residente en América Latina, a los cursos de los años posteriores.
La presentación de "AVE"(1984), para corno di bassetto y flauta contralto-parte original de la opera MONTAG AUS LICHT (LUNES DE LUZ)- y que se llevó a cabo dentro de los conciertos diarios que se montaron durante el primer curso, causó una impresión verdaderamente "mágica": dos instrumentistas (Suzanne Stephens en corno di bassetto y Kathinka Pasveer en flauta) con un atuendo especial, tocando de memoria, estableciendo un verdadero diálogo a través de sus instrumentos, llevando a cabo una coreografía absolutamente armonizada con la escritura musical, trascendían el rol tradicional del intérprete y daban vida a una música que, percibí, era totalmente nueva.

"El arte de oir"
Con esta fuerte impresión como principal estímulo, comencé en los cursos de 1998 mi trabajo diario con Suzanne Stephens (quien trabaja con Stockhausen desde hace 27 años) sobre la obra "In freundschaft". Fue, sin duda, un primer paso dentro de este crecimiento musical, y que confirmaba mi idea de cuan importante resulta la comprensión cabal de la obra que uno desea ejecutar. En este caso, atendiendo al desarrollo de la estructura musical a partir de lo que el compositor denomina una "fórmula"- proceso que comienza a utilizar en la obra MANTRA, para dos pianos (1970) desarrollándola hasta su ciclo de de siete operas LICHT ("LUZ") (1977-2002). En "In freundschaft", por ejemplo, vemos como se desarrollan una serie de elementos de la fórmula, como una polifonía en tres estratos, el movimiento de aproximación cromática entre los miembros que la componen y sus distintas permutaciones; elementos de la composición musical que requieren tanto del intérprete como del oyente una atención especial, o, como expresa el compositor, un verdadero "arte de oír". De esta manera, la interpretación de "In freundschaft" de memoria (como sucede con casi todas las obras de Stockhausen), no se entiende como una muestra de virtuosismo sino como una consecuencia natural luego de haberse consustanciado con su proceso compositivo.

El rico e intenso trabajo realizado sobre "In freundschaft" suscitó, casi inmediatamente, mi entusiasmo por brindar en Argentina la primera audición de esta obra, lo que se concretó al año siguiente.

Dentro del contexto de los "Stockhausen-Kurse-Kurten", los seminarios de composición que diariamente dicta el compositor enriquecen enormemente la experiencia que significa una progresiva compenetración en la construcción de una obra musical. Cada año dedica una semana al análisis de una de sus obras.

Otro de los infinitos estímulos que a cada momento y durante los 8 dias se presentaban durante el curso fueron los ensayos que durante cada mañana realizaba el compositor con sus músicos (docentes, además, de los seminarios de interpretación): Markus Stockhausen en trompeta, Andreas Boettger en pecusión, Ellen Corver en piano, Annette Meriweather, soprano, Nicholas Isherwood, bajo, Alain Louafi, mimo, Michele Noiret, bailarina (además de, por supuesto, Suzanne Stephens y Kathinka Pasveer). Estos ensayos son de una enorme riqueza ya que nos acercan un poco más a la poética musical del compositor. El trabajo exhaustivo que Stockhausen realiza en la preparación de cada obra denota su enorme capacidad de trabajo: en primer lugar la realización de un meticuloso estudio de la partitura (asegurándose de que cada detalle puesto en ella sea verdaderamente comprendido), luego sobre el movimiento de los intérpretes en el escenario, la proyección del sonido amplificado de los instrumentos, la coordinación con la música electrónica y la iluminación. Todo esto constituye, además de una riquísima y fructífera atmósfera de trabajo, la concreción de una práctica musical sobre una obra que requiere del intérprete una expansión cada vez más amplia de sus capacidades, desde el momento en el cual éste ya no tiene un atril frente a sí.

"Un ritual musical"
Este verdadero nuevo rol en el que el instrumentista tiene a su cargo la materialización del espíritu de determinado personaje llega a su plenitud en su ciclo de óperas en el cual un trompetista, una ejecutante de corno di bassetto y una flautista desarrollan un rol músico - escénico, que quizás hubiese sido imposible sin antecedentes como " HARLEKÍN" (una obra para clarinete solo de 44' de duración en la que el clarinetista encarna el personaje del arlequín) o "DER KLEINE HARLEKÍN"(El pequeño arlequín), ambas de 1975.

Así fue que luego de haber trabajado durante el curso del año 1999 sobre la obra "AMOUR", para clarinete solo, me sumergí en lo que significó para mí un verdadero viaje y una exploración sobre las capacidades que un instrumentista es capaz de desarrollar. Emprendí el estudio de "El pequeño arlequín", obra en la cual el clarinetista materializa el espíritu del arlequín a través de un atuendo especial y realizando una serie de movimientos específicos en el escenario. De esta manera realicé un trabajo realmente minucioso y metódico sobre una partitura en la que, además de una precisa notación musical, todo está absolutamente detallado: el movimiento coreográfico, la pantomima, la escritura del ritmo que el ejecutante debe realizar con los pies mientras toca. Era necesario para esto, un estudio detenido acerca del movimiento corporal, el cual está íntimamente ligado a la gestualidad musical; realizar, en fin, un estudio minucioso hasta alcanzar el punto en el cual uno puede sentir una libertad absoluta para jugar con su instrumento. Una construcción lúdica que el compositor propone y que, según pude comprobar a través de presentaciones que realicé en jardines de infantes y escuelas, es algo muy cercano y natural al niño.

Desde entonces, fui seleccionado para tocar dentro de los conciertos que se llevan a cabo durante los cursos: Der kleine Harlekin, "Harlekin (por la cual recibí el segundo premio a la mejor interpretación) y Die Schmetterlinge spielen(de la obra Amour); todas estas interpretaciones bajo la supervisión del propio compositor.

"Aprender disciplinadamente"
El desafió que propone Stockhausen en obras como las mencionadas, lleva al intérprete a invertir años de trabajo en la preparación de una obra, algo que quizás no es muy común entre los instrumentistas. No es algo habitual, por cierto, dedicar horas y horas de estudio disciplinado a una obra cuyo fin es la materialización de un espíritu musical, de una energía, de un personaje. El crecimiento musical y espiritual que se logra a través de esto, es, obviamente, y lo he podido comprobar a través de mi experiencia personal, proporcional al tiempo invertido.

En la apertura de los cursos del año 2001, el compositor hacía referencia al lema que inspiraba la realización de ese curso: "Aprender disciplinadamente" "¿y que significa aprender disciplinadamente?" se preguntaba: "trabajar, trabajar y trabajar...y muy duro". Un trabajo que entiendo necesario, no sólo como intérprete sino también como oyente, tratando de realizar un fino trabajo de audición. En definitiva ¿cuál es nuestro deber como músicos, sino el de desarrollar el mas alto grado de percepción auditiva?. Y hubo mucho para oír atentamente en la música de Stockhausen ejecutada durante los conciertos (mas de 150 obras en el total de los cursos), no solo en la proyección de la música electrónica, sino también en la refinada escritura para los instrumentos de viento que incluyen intervalos microtonales, un sofisticado lenguaje en el que intervienen sonidos músico - lingüísticos, como "clicks" producidos con la lengua y sonidos de besos en la embocadura (todo esto sobre notas precisas), una inmensa gama de timbres producidos por diferentes posiciones de la cavidad buca, variantes de "sprechgesang" junto con la emisión sonora, entre otras.

Es evidente que, a través de un sucinto artículo como este, sólo podemos tener un pálido reflejo de lo que verdaderamente constituye la música de Stockhausen para la evolución de los instrumentistas. Afortunadamente, toda su música está a nuestra disposición en CD, partituras, su pagina en internet (http://www.stockhausen.org/) y por supuesto, la experiencia mas intensa, la posibilidad de asistir a los cursos anuales (que por otro lado son verdaderamente económicos).

El trabajo sigue profundizándose a través de cada obra de Stockhausen que decido abordar; la riqueza de este mundo musical donde la experimentación, la búsqueda, el descubrimiento, confluyen en el estudio cotidiano de la partitura, son los elementos constitutivos de la emoción que significa emprender este trabajo y que configura mi razón de ser en mi rol como intérprete.-


(*) Existen versiones para flauta sola tanto de la obra In freundschaft como de Amour

- Marcelo Gonzalez es clarinetista. Desde 1993 se dedica al estudio y difusión del repertorio contemporáneo para clarinete solo. Ha realizado estrenos de obras de compositores argentinos y latinoamericanos, como así también primeras audiciones en argentina de obras de Boulez, Stockhausen, Scelsi, Berio, Donatoni, entre otros.
- El presente artículo fue publicado en su versión original en la revista El Dorado, 2001.

Contacto:

www.marcelodegonzalez.com
marclargonz@yahoo.com.ar

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