Consideraciones para el estudio del piccolo

Autor: Ernani Silva

Buenos Aires, 29 de mayo de 2005

Piccolo vs. flauta

Consideraciones para el estudio del piccolo

El "approach" al piccolo debe ser básicamente similar al de la flauta. Esto nos permitirá, con algunos ajustes,  transferir toda la técnica adquirida con la flauta, al piccolo. Sin embargo debemos descubrir y entender las diferencias que existen con la flauta y tratar de encontrar la forma de resolver los problemas que estas diferencias puedan causar. Tal vez muchas de estas cosas pueden sonar obvias y básicas, pero de eso se trata. Entender esto es el primer paso para poder tocar el piccolo eficientemente.

Por Martín Auza, Buenos Aires

Debido a su tamaño, la ubicación del piccolo en el labio inferior es crítica. El piccolo debe estar más arriba sobre el labio inferior en comparación con la flauta. Al no descansar cómodamente como la flauta en el mentón, es más difícil de mantenerlo por períodos prolongados en esa posición y debe ser re-acomodado sobre el labio inferior más asiduamente.

También el balance del instrumento se ve afectado lo cual obliga a una mayor firmeza en los puntos de apoyo (índice izq., y pulgar derecho fundamentalmente). Esto evitará que en pasajes veloces el instrumento se mueva y mantendrá su correcta ubicación. A modo de ejercicio: prueben de tocar cualquier pasaje sencillo sin usar el meñique de la mano derecha sobre la llave de re#. Manteniendo el instrumento firme solo con los puntos de apoyo antes mencionados.

El  piccolo tiene cabeza cilíndrica y cuerpo cónico (contrariamente a la flauta: cabeza cónica y cuerpo cilíndrico) y muchas digitaciones regulares que funcionan en la flauta causan problemas de afinación en el piccolo. Es decir se comportan de forma diferente debido a su estructura. Conocer el propio instrumento es un buen punto de partida. Para eso es conveniente probar y anotar las tendencias de afinación de cada nota de la escala del piccolo. Ver "Escala del piccolo". (pdf 12 kb.) 

Para  tocar el piccolo sin duda necesitarán confianza, y conocer el instrumento les ayudará para saber cuando y como corregir las tendencias y/o imperfecciones.
Investigar y experimentar con diferentes posiciones/digitaciones es también parte de la  solución. No olvidar que todos los instrumento son diferentes entre si. Digitaciones que funcionan en un piccolo, tal vez no lo hagan en otros. Tengan en cuenta que algunas posiciones alternativas pueden pasar a ser consideradas como regulares (especialmente para el do#1, do#2 y Re3).

El piccolo requiere de una mayor velocidad de aire en comparación con la flauta. Recordemos que todo suena una octava más arriba de lo que está escrito.  Por consiguiente debemos tocar con una mayor presión abdominal y mayor resistencia de los labios para soportar esa presión. Pensar la altura de la nota y no donde esta escrita en el pentagrama, nos permitirá encontrar la presión correcta.

La respiración es un tema crucial. Respiraciones bien amplias ayudan a poder tocar con el apoyo necesario de la región abdominal sin grandes esfuerzos.  Recuerden que con los pulmones llenos de aire es más sencillo tocar con la presión adecuada. También ayuda a relajar los labios y evita la tendencia a producir las notas con ellos.

Siempre anticipar la presión/velocidad de aire necesaria para la próxima nota. Es decir preparar el intervalo en la nota previa o antes si es posible. Casi como intentando un portamento, eso nos dará un verdadero legato.

El uso del vibrato es una necesidad para darle una cualidad más lírica a este instrumento. Cuidar que el vibrato no sea muy amplio pues a diferencia de la flauta puede fácilmente romper la línea de sonido. Difícil es generalizar,  pero cuanto más grave es el sonido, más lento el vibrato y viceversa. En línea general el piccolo tolerará un vibrato más veloz que la flauta sin necesariamente sonar "nervioso".

Un buen staccato es absolutamente trasladable al piccolo. Del mismo modo que los problemas de articulación que uno arrastre con la flauta, se verán magnificados en el piccolo. Experimentar con un staccato blando sin romper la línea, casi sin que la lengua toque los diente/encía/ ó paladar superior,  ayudará a conducir el sonido, la frase, sin los "ruidos" propios de la articulación que tan notorios son en el piccolo. Y no olvidemos que el 90% de los problemas de articulación es debido a la falta de apoyo.

Estudiar el piccolo significa fundamentalmente CONCENTRARSE EN ESCUCHAR. Es cuidar el sonido  más que aprender repertorio y la afinación es y d e be ser prioridad número uno en todo piccolista. Una técnica pura y pulida, al igual que en la flauta, nos garantizará una mejor afinación. Es aconsejable estudiar siempre el piccolo en la misma afinación (A=442). Poco a poco vamos adquiriendo un oído relativo, que nos ayudará a tocar en ensambles.

Dentro del estudio diario, traten  de estudiar la tercera octava de la flauta antes de comenzar a tocar el piccolo. Siempre busquen la referencia en la flauta. No pretendan hacer cosas con el piccolo que no puedan hacer con la flauta. Prueben los pasajes que tengan que tocar en el piccolo, con la flauta (una octava más arriba de ser posible).

Obras prestadas de la literatura flautística como por Ej: la Sarabande de la Partita en la menor de J.S: Bach y las Fantasías de Telemann, o estudios simples de Gariboldi o Andersen son excelentes referentes para tocarlos/probarlos con el piccolo.

Sean creativos, alternen el tiempo de estudio entre la flauta y el piccolo. Relajen la embocadura luego de un rato de estudiar el piccolo, practicando algunos  ejercicios con la flauta: armónicos, whistle tones, etc...

Por último: No se olviden de encontrar placer en el estudio, ¡háganlo divertido!

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