06 de junio de 2005
César Vivanco con Manongo Mujica
Por Martín AuzaEl Espectáculo SONIDO DE LOS DIOSES del baterista/percusionista Manongo Mujica se presentará en la sala ND/Ateneo el próximo 17 de junio de 2005 a las 23 hs. El flautista peruano César Vivanco estará colaborando con este talentoso artista peruano (leer comentario de su último disco "El sonido de los dioses"). El maestro Vivanco, entre otras cosas, es también fundador y Director del Festival Internacional de flautistas que se realiza anualmente en Lima, y Flauta Solista de la Orq. Sinfónica Nacional del Perú.
17 de Junio a las 23 hs.
SALA ND / ATENEO
Cdad. Buenos Aires.
Comentario del disco extraído de Internet:
El Sonido de los Dioses es la nueva aventura musical del creativo baterista/percusionista peruano Manongo Mujica, quien ya lleva años y años trajinando en el mundillo del jazz con base fusión étnica en su país. Ciertamente El Sonido de los Dioses es una obra magistral, pletórica de sublime y misteriosa belleza, llena de raudales de colorido, y a la vez, llena de alusiones que parecen dejar escondido algo más profundo a punta de ingeniosas sutilezas; gracias a dichas sutilezas, las maniobras instrumentales del repertorio nunca saturan al oyente. La idea básica que se cumple como norma general para el disco es la de es explorar de forma intuitiva las exóticas cadencias rítmicas para crear nexos entre los diversos folklores de diferentes regiones del mundo (claro está, dando preferencia a la tradición peruana) sobre un sólido fundamento de fusión algo que se suele llamar world music, sin más.
El resultado final es intensamente hipnótico, algo que invita al oyente a flotar en el aire en una ensoñación mágica mientras se deja llevar por los vientos de épocas ancestrales resucitadas a través del sonido. A diferencia de su anterior disco Tribal, donde la intensidad estaba a flor de piel la mayor parte del tiempo, aquí hay una actitud de escucha y reciclaje de los tenues latidos de la tierra (o de las divinidades, para ser fieles al título del disco). Las piezas guardan en bloque un nivel muy parejo en cuanto al derroche de creatividad y energía interpretativa, pero quisiera resaltar algunos botones de muestra que en particular me llamaron la atención. Ayahuasca nos transporta hacia los parajes de la selva amazónica, transmitiendo una atmósfera de oscuridad, al modo de la oscuridad mística. Luna de Arena es una pieza enmarcada en el folklore costeño peruano, en el que las percusiones de raíz africana y los arreglos de cuerdas se cobijan mutuamente un inspirador paisaje nocturno hecho sonido.
Innombrable expone una serie de texturas arrebatadoramente envolventes de saxo y flauta, mientras las complejas secuencias rítmicas son establecidas con sensibilidad etérea, gestando una belleza inescrutable, insondable, tal como dice el titulo, innombrable. Los Pájaros son Ángeles Disfrazados asume los aires del jazz, pero siempre enmarcado bajo la pauta telúrica que regula la estructura del disco. Paracas presenta las aristas más notoriamente densas y lúgubres del disco: la actitud general de reflexión se torna para esta ocasión en una manifestación de amargura, que encuentra un oportuno eco en el dramatismo creado por el ensamble de cuerdas. Bahía cierra el disco con una alusión frontal al alegre frenesí del folklore festivo del Brasil, creando de este modo una vibración final positiva: las profusas partes percusivas garantizan su protagonismo mientras los vientos y la voz de García-Miro se explayan en sus intervenciones respectivas.
Como nota final cabe añadir que la colaboración en este disco del genial percusionista Chocolate Algendones, no hace mucho fallecido, queda registrada como testamento de su inmenso talento artístico. Esto ciertamente aumenta la sensación de privilegio que el oyente siente en su corazón cuando se deja atrapar por l os climas telúricos destilados en El Sonido de los Dioses. En resumen - un disco genial, rebosante de misteriosa belleza y genuina pasión, una obra musical con las raíces bien arraigadas en el pasado, y a la vez, con las alas proyectándose en vuelo por los cielos de la vanguardia de fusión.
Manongo Mujica: batería, percusiones andinas, africanas, tropicales y orientales, zampoñas
Colaboradores: Pepita García-Miro (voz, percusión), César Vivanco (flauta), Carlos Espinoza (saxos, clarinete bajo), Julio Chocolate Algendones (cajón, quinto), Daniel Mujica (percusión), Edward Pérez (contrabajo), Annika Petrozzi (cello), Sammanda Sidurñas (violín), Doris Vascones (violín, viola), José Antonio Núñez (didgeridoo), David Pinto (bajo).